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martes, mayo 08, 2018

DIA 128: COMO TRATAR CON PERSONAS DIFICILES CONFLICTIVAS COMPLICADAS TOXICAS


  1. Mantente calmado: Aunque parezca algo obvio, la típica técnica de contar hasta 10 antes de decir algo inapropiado te puede ayudar.
  2. No des pie a que te conteste: ten en cuenta que las personas impulsivas siempre están a la defensiva. Están deseando tener un motivo para “saltar”, por lo que es conveniente no ponérselo fácil.
  3. No entres en su juego: Intentará a menudo hacerte parte de la pelea, tu mantente impasible.
  4. Piensa si es mejor responder o callarte: A menudo es mejor darle la razón a quien quiere que se la des, en vez de tratar de hacerle entrar en razón.
  5. Escucha sus ataques de ira en silencio: Para que se descargue y se quede sin nada que decir. De nada sirve contradecirlo en pleno ataque de furia, porque no entrará en razón.
  6. Háblale con un tono de voz bajo y sosegado: Eso hará que la persona enfadada tenga que bajar su tono de voz si quiere escucharte.
  7. Ignora en la medida de lo posible las agresiones hirientes: Aunque lo que busca es hacer daño, trata de relativizar sus palabras. Y no le des más importancia de la que tienen.
  8. Si te comportas igual que esa persona malhumorada, además de alimentar su mal humor, estás reforzando su comportamiento. Es decir, estás validando lo que hace, le estás diciendo que puede echar su basura encima de ti.
  9. Ser simpático y estar de buen humor puede contagiar al otro o, al menos, hacer que considere otro lado como el lugar en que airear sus malos humos.
  10. Enfocar el tema desde una perspectiva optimista en vez de “en forma de espejo” le dejará claro al otro que no vas a dejarte llevar. Le dirá que no vas permitir que descargue su ira contigo. Si realmente el otro te necesita para hablar o para desahogarse, debe hacerlo de una forma que no te lastime.

domingo, octubre 13, 2013

10 TIPOS DE PERSONAS DIFICILES Y COMO TRATARLAS


“Detrás de una persona difícil hay una historia difícil".

Persona Difícil: es una persona con muchos complejos y necesidades sin resolver, lo cual los lleva a agrandar su imagen a costa de humillar la de los demás.

Las personas amargadas y de trato difícil son también parte de esta vida maravillosa, y posiblemente estén aquí para que aprendamos a practicar la aceptación y la tolerancia, lo que es parte del aprendizaje necesario para seguir adelante en constante superación, crecimiento y desarrollo.

El poder de cada persona radica, en su habilidad de trabajar consigo mismo, conociéndose y aprendiendo. Se ha de ser conscientes de que no se puede aislar ni controlar la personalidad, el carácter ni el comportamiento de los demás, y tampoco se ha de olvidar que existen patrones de conducta antisociales y relaciones tan difíciles que lo mejor es separarse de ellas.

10 rasgos de personalidad difíciles y algunas formas de como tratarlos:

1. Posesivos, quieren que los demás estén siempre disponibles para ellos, se alteran cuando no se le dedica el tiempo que ellos creen que se merece.
Solución:
·No desgastarse para agradarles
·Contestarles con sentido del humor incluso cuando le das una negativa
· Demuéstrales aprecio(solo si lo hay) pero debes hacerles ver que no son las únicas personas que merecen tu atención.
2. Los sinceros, personas que usan la palabra sinceridad para decir todo lo que les molesta, hiriendo con sus comentarios, cuando alguien o algo no les parece bien, no son asertivos para decir las cosas.
Solución
· Explícales con asertividad   como se deben decir las cosas sin ofender.
· Agradéceles el comentario con una sonrisa y cambia de tema.
3. Las victimas, personas a las que todo les deprime, les agota y les entristece, utilizan el chantaje emocional para conseguir sus objetivos, hablan permanentemente de sus desgracias, llegando a sentirse, como que todos los demás están en su contra.
Solución
·No preguntarles como están
·No participar en sus comentarios negativos
·Solo escúchalos, lo necesitan
·No te sientas culpable
4. Los indiferentes, personas a las que les vale todo lo que sucede a su alrededor, no expresan sus sentimientos porque sienten miedo a ser rechazados, son poco sociables.
Solución
·Busca algo en lo que estes  acuerdo para hacerles participar de la conversación.
· Pregúntales ” ¿Tú que opinas de esto?
·Muestrales afecto para aumentar su autoestima.
5. Los críticos, personas que dan su punto de vista, frecuentemente negativo, estando convencidos de que todo lo saben.
Solución
· Solo escúchalos sin involucrarte
· Contéstales ”es tu opinión y lo respeto, sin embargo yo opino diferente”
6. Los comunicadores, personas que hablan de todo y de todos, lo van diciendo todo sin poder guardar secreto alguno, se ha de evitar hablar de temas personales, con este tipo de personas.
Solución
·Evitar compartir sentimientos y temas personales
·Cambiar de tema, no conviene tenerlos de enemigo.
·Escúchalos
7. Los caprichosos, personas raras que suelen hacer comentarios fuera de lugar y de orden.
Solución
·No involucrarse, evitar discusiones porque no van a razonar.
·Seguirles el rollo
· …”yo lo veo verde pero si tu lo ves negro es tu opinión” así se les contesta
8. El obsesivo, persona que está en búsqueda permanente de su perfección, queriendo que las cosas se hagan como ellos dicen.
Solución
·Enséñales que hay otras maneras de ver o hacer las cosas.
·Utiliza el sentido del humor.
·Hazle saber que se admira lo positivo que hacen.
9. El agresivo, personas de carácter fuerte y de humor explosivo, quieren que todo se haga tal y como ellas dicen, no demuestran fácilmente sus sentimientos de la imagen que poseen.
Solución
· Escúchales, entiéndeles pero dale a entender que con sus palabras hiere a los demás.

10. Los crueles, personas que demuestran agresividad y falta de cortesía, les gusta pelear y discutir con quien se encuentran, estando permanentemente con prisas y creyéndose con todos los derechos sobre los demás.
Solución
·Déjalos pasar e ignóralos
·El sentido del humor es muy importante para tratar con esta gente.

Si se actúa en un estado de apertura mental total, fuera de todo coraje, miedos o prejuicios se dispondrá de toda la capacidad para comenzar a mover las adversidades que se presenten.

Entrando en una profunda aceptación se podrá interactuar con la gente difícil, sin crear ninguna resistencia, sin someterse a ellos.

Cuando queremos aceptar a las personas hemos de comenzar por modificar nuestros propios pensamientos y sentimientos, o sea, nuestro mundo interno y externo, actuando con buena intención, respeto y asertividad, evitando la manipulación y la sumisión.

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Las personas son como la Luna. Siempre tienen un lado oscuro que no enseñan a nadie.
Mark Twain.
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El afán de perfección hace a algunas personas totalmente insoportables.
Pearl S. Buck.
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Algunas personas nunca aprenden nada, porque todo lo comprenden demasiado pronto.
Alexander Pope.
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¿Cómo cambiar una actitud para ser más optimista?

Comenzar a aceptar que las dificultades son parte de la vida y que dependiendo de cómo se enfrenten así afectará, dejando de imaginarse una vida sin problemas o adversidades.
Buscar el lado bueno de las cosas
Entrenarse en pensar bien de los demás
Felicitar por los éxitos
Alegrarse con los éxitos ajenos
No proyectar problemas sin añadir soluciones posibles


César Lozano
Puede escuchar o descargar el audio completo aquí: http://www.ivoox.com/como-tratar-gente-dificil-1-2-cesar-lozano-audios-mp3_rf_284486_1.html


domingo, agosto 01, 2010

COMO TRATAR CON PERSONAS DIFICILES

Autor: Carlos Devis

Yo creo que tengo mucha autoridad para escribir esta reflexión, porque yo mismo he sido una
persona difícil, aunque sólo después de muchos años me di cuenta de ello.

Yo pensaba que los demás eran los difíciles, y sólo cuando entendí esto que voy a compartir mejoré sustancialmente mis relaciones y aprendí a disfrutarlas mucho más.

Alguna vez, mientras me quejaba acerca de alguien cercano a mi vida con un amiga, de quien he aprendido mucho, ella me preguntó qué tanto yo actuaba de la misma manera que le estaba criticando a mi pariente, me quedé pensando y me di cuenta que yo hacía exactamente lo mismo o peor de lo que le criticaba a mi cercano.

- ¿Ves?, me dijo esta persona, todo lo que te molesta de alguien es algo que tú haces o has hecho contigo o con otros y que tú no quieres reconocer.

Si juzgo a alguien como intolerante, quizás estoy siendo intolerante al juzgar esa persona, o si me molesto porque pienso que alguien es agresivo, puedo estar siendo agresivo en mi juicio;
es más fácil verlo en el otro que aceptarlo en mí.

Cuando en el tráfico o en una fila me irrito porque la persona de adelante no hace tan rápido lo que espero que haga y la llamo en mi mente insensible o desconsiderada, yo estoy siendo desconsiderado o insensible en mi juicio con esa persona.

Si me equivoco y me llamo estúpido o idiota en mi mente, estoy siendo intolerante conmigo y después puede ser más fácil tachar a otros de intolerantes o agresivos sin reconocer lo que con frecuencia hago conmigo.

Me he encontrado acusando a mis hijos, a mis padres, mi pareja o amigos de que no me escuchan, y lo he dicho con rabia, así a veces sólo sea en mi mente, y repito mil veces lo que quiero yo decir, reprochándoles que no me entienden a mí o mis necesidades, cuando escuchar es abrirse a lo que el otro quiere comunicar, a lo que necesita; luego he sido yo quien he opacado con mis lamentos las voces de quienes me rodean para después quejarme de que no me escuchan.

Un día conversé con una señora de 70 años, inteligente y muy vivaz, quien me contó cómo su mamá la había invalidado y maltratado cuando ella era niña y recordaba como si fuera hoy, decía ella, las palabras y los detalles de las agresiones ocurridas 60 años atrás;

Aunque su mamá había muerto hacía 30 años, esta señora continuaba repitiéndose esas escenas dentro de sí, con rabia y detalles, como si se asegurara de revivir en su presente el dolor de su pasado.

Ella estaba siendo menos compasiva y más cruel con ella misma de lo que le reprochaba a su mamá.

¡Yo he hecho lo mismo! Quizás, al repetirme una y otra vez la escena, quiero castigar al otro o repasar alternativas de lo que hubiera podido ser, pero de cualquier manera, al hacer eso con mis pensamientos y sentimientos me causo más dolor de lo que el otro, con sus palabras o su acción, me generó, y pierdo en ese instante la posibilidad de cuidarme más desde mis pensamientos.

He aprendido a tratarme desde mis pensamientos y emociones como quiero que me traten los demás.

¡Qué bien que me hace el tratarme con más gentileza! No me refiero a no tener juicios de valor, yo puedo opinar que no comparto algo que otra persona hizo o pensar que yo lo haría diferente, lo que hace difícil y dolorosa mi relación es cuando me apego a ese pasado y esos juicios cargados con emociones negativas y por más razones lógicas que me dé, yo estoy creando con esos pensamientos dolor y sombras en mí y en quienes me rodean.

Yo siempre recibo lo que les estoy dando a los demás: si yo siento rabia, desconfianza, o calidez, compresión y gentileza con el otro, yo siento primero y más intensamente esas emociones. Si veo a alguien como un monstruo, soy yo quien está creando y sufriendo el monstruo en mi mente, lo estoy manteniendo vivo en mis pensamientos.

En últimas, las personas en realidad no nos relacionamos con los demás, sino con la idea o el juicio que en nuestra mente tenemos de esas personas.

Si me acerco a alguien pensando que esa persona es agresiva o chismosa o egoísta, estaré prevenido y será con esa parte de la persona que me relacione más veces de las que quiero contar.

He descubierto seres maravillosos que durante años estuvieron a mi lado y que no me permití disfrutar sino hasta muy tarde, porque hice más importantes mis juicios y mis prevenciones que permitirme encontrar, valorar y disfrutar los tesoros que la vida a través de ellos había puesto para mí.

Entonces yo me he propuesto que cada persona que tengo a mi lado es mi maestro y está ahí para ayudarme a ser más libre y feliz, no para hacerme feliz, ser feliz es sólo mi responsabilidad.

Una persona difícil, una persona que me hace daño o hace daño, está haciendo un buen trabajo para mí: me ayuda a reflejarme, a verme en ella, me lleva quizás a buscar cómo superar ese dolor que me genera el engancharme con ella en esa emoción, y como sé que no puedo cambiar a nadie y esa relación me genera dolor, para salir de ese dolor busco otro nivel de paz más profundo dentro de mí, para que la próxima vez, cuando aparezcan personas o situaciones como ésa, ya habré aprendido a sobrepasarla y entre más cercanos y profundos sean los dolores que supere, mayor será mi libertad y mi paz interior.

Qué libertad y qué paz cuando entendí que mi padre alcohólico, abusivo e irresponsable, no vino a mi vida para hacerme sufrir, sino para mostrarme cómo con su sufrimiento yo podría aprender a evitar el mío.

La rabia o las acciones de él que me dolieron me conectaron con mi propio dolor, pero entendí que aquel dolor que yo sentía por instantes él lo vivió aún más profundamente toda su vida y murió solo y sin salir de ello.

Sé que quienes me juzgan o me critican están diciéndome algo que yo me digo a mí mismo o que hago, así a veces lo hagan de una forma ruda esos maestros me están ayudando a encontrar el siguiente muro hacia mi paz, que debo superar.

Qué bueno es recordar cuando yo he sido ese ser oscuro y difícil que tan fácil juzgo en otros.
Con frecuencia recuerdo que como he cometido errores porque en ese momento de mi vida no sabía cómo actuar mejor de lo hice en ese instante, esto me ayuda a tener más compasión conmigo y con los demás. No se trata de no cuidarme o de salvar a nadie o de sacarlo de donde está, porque ése es su propio trabajo y cada quien lo hará en su propio momento, el mío es conectarme con lo mejor de mí, no para enseñarle a nadie o ser mejor, porque eso es arrogancia, pero para enfocarme en ver, en encontrar y disfrutar la parte maravillosa de cada persona, para ver el cielo a través de la tormenta, y si lo hago con ella lo estaré haciendo primero conmigo.

Siempre recuerdo en mi vida cómo las personas más duras, agresivas o perversas me han ayudado tarde o temprano a ser alguien más libre y más feliz y con esa experiencia he ayudado a otros a ser más libres y más felices.

Hoy le doy gracias a todos esos maestros que me han ayudado a encontrar y a disfrutar lo mejor de mí.